Comenzamos a destripar esta película, emitida en
Divinity, del grupo Mediaset España, el pasado lunes 28 de enero de 2013.
Estrenada en 2011 en los EEUU y distribuida internacionalmente por Sony (a quién se le ocurre), esta bazofia está protagonizada por la
"¿ACTRIZ?" Vanessa Hudgens en el papel de Lindy Taylor y
Alex Pettyfer interpretando a Kyle Kingson y a Hunter, esta historia es una adaptación (bueno, eso de adaptación... más bien es una versión contada por un borracho) de la gran clásica película
La Bella y la Bestia, que si el mismísmo
y criogenizado Walt Disney viese, sentiría ganas de convertir a Mickey Mouse en un asesino y conseguir que asesinase a todo aquel despojo humano que participase en el desarrollo y creación de este
mierdametraje.
Pero vayamos al grano.
La historia comienza presentándonos a un alocado, guapo y famoso joven de la urbe, que sufre un tremendo colapso mental acerca de la importancia de la belleza física de las personas, algo que demuestra en unas elecciones al comité de alumnos del instituto.
Hasta ahí, ya podemos potar bastante, pero no tanto como cuando vemos en pantalla a una de las
gemelas Olsen. ¡Sí señores! ¡Al menos una sigue viva! ¡Igual asesinó a su otra hermana y hace papeles por las dos, y se gana un sobresueldo!
Tonterías a parte, Mary Kate Olsen interpreta a una gótica bruja llamada Kendra, que tras ser humillada por Kyle, le lanza un hechizo que ni el
Sectumsempra de Harry Potter, y convierte a Kyle en un despojo de la humanidad, más feo que la fealdad y más asqueroso que encontrarse medio gusano en una manzana. Y así es, como atenta sobre lo que más le duele, el aspecto físico. (
Creo que aquí la película intenta hacer buen uso de los 20 millones de dólares de presupuesto, para que luego cuando los bebés y niños que la vean, se den cuenta de que el exterior no es lo importante. JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ¬¬)
Memeces a parte, la historia continúa con un horrendo Kyle, que tiene que conseguir en el plazo de un año un amor verdadero, puro y colosal, que lo ame con su cara horrenda; algo que parece surrealista, al ser Vanessa Hudgens, conocida por ser
un putón del quince una chica mala, la que se enamore de un bicho así.
Vamos, que después del conjuro de la Olsen, el tío es despachado hasta por su propio padre, que lo manda a freír espárragos a un piso con una empleada suya y un profesor que invidente, de esos que predicen peor el futuro que el mismísimo
Rappel. Y poco a poco, la empleada y el pobre ciego, por compasión (y porque el pobre invidente no puede ver el horror de compañero de piso que tiene), le cogen cariño al pobre.
Y después de ésto vuelve a encontrarse con Lindly, en un baile de disfraces en el instituto. Es en este momento cuando siente que está prendado de ella y vemos esos tintes de similitud con
La Bella y la Bestia de los que hemos hablado, sólo que en la película de Disney, Bestia aun tiene su encanto, cosa que Hunter... derrocha fealdad y asco a mares (u océanos incluso).
A partir de este instante, conocemos más datos sobre la vida de Lindly, como que su padre se mete cosas feas en el cuerpo (algo que no aparecería jamás en un clásico de Disney). Y como el padre pasa de su cara, más que Falete de una cabeza de lechuga, Lindly decide ir al Machu Pichu de vacaciones. Ah, no. Espera. Que va junto a su padre que vive allí... ¿no podía vivir más lejos? ¬¬
Y luego, la historia degenera aun más, porque Kyle va a espiar a Lindly a su casa, cual psicópata asesino violador. Lo cual, es una moraleja rara para los críos: si te gusta una chica, espíala, persíguela...
Más tarde, también Kyle descubre que el padre de Lindly, llegó a matar a un drogadicto - ya sabéis niños, la droga es mala - y es a partir de este momento cuando el hermano del traficante, le jura
vengansa al padre de Lindly y le dice que saciará su sed con su hija. ¡Menudo tramón!
Por si la película no fuese mojón bastante aun, Kyle va junto al padre de Lindly e intenta llegar a un acuerdo con él, o sobornarlo, como prefiráis, para proteger a su hija. Hasta ahí todo bien, sólo que ¿cómo la protege? llevándola a su casa. En realidad, lo que Kyle o Hunter (se pone el nombre de Hunter para que la tonta de Lindly no lo reconozca) pretende es zumbársela en su casa, pero ocultan esa parte, por si algún niño ve la peli.
Tras llevársela a su casa, y ver sus intentos de acercamiento frustrados, Kyle-Hunter ó cómo coño queráis llamarlo, decide construir un colosal invernadero en honor a su querida, para ver si así llama su atención, (como si su fealdad no fuese ya suficiente). Y nada, ahí le daban a la interpretación leyéndose poemas y memeces varias, todo para alargar la peli, es la única conclusión que saco.
En fin, cada vez quedaba menos y menos tiempo para que la basura de hechizo se consumase y Kyle fuese un mojón eternamente, cuando sus esperanzas de tirarse a la Lindly se vieron aun más reducidas, puesto que su amor de primavera recibió una llamada en su
celular en la que le decían que su padre se había enfermado y estaba en el hospital, por culpa de las drogas - momento que también recuerda a
La Bella y la Bestia, puesto que en la versión del Clásico Disney, Bella ve a través del espejo mágico que su padre se pone enfermo y decide pedirle permiso a Bestia para ir a verlo por última vez, algo a lo que se opone al principio, pero luego le permite; eso sí, con la condición de que Bella volviese una semana después -.
Entonces, tras el aviso de que su padre se estaba yendo ya para el otro barrio, Lindly decide irse a cuidarlo, lo cual nos haría pensar que Hunter seguirá siendo eternamente un bicho horrendo (como un servidor), eso sí, la película no fuese tan predecible, que lo es. Incluso es más predecible que saber qué ocurrirá al darle tocarle un hueso a Sam en el juego
Operación. - No, no se le ilumina la nariz a Hunter al tocarle un pecho a Lindly.- Si no que Hunter se va a casa a llorar sus penas, viendo que no conseguirá nunca el corazón de su amada, la cual se despide en el tren con un "Te quiero" pero no es suficiente como para romper el hechizo.
Y más dramón innecesario para la película, pero tranquilos, que sólo le quedan cinco minutos a la película.
Kyle/Hunter/La madre que lo parío, decide ir a despedirla antes de que ella se vaya al Machu Pichu y ahí es cuando ella le vuelve a decir que lo quiere, pero además, le come el morro. Y eso ya sí rompe el hechizo.
Tanto es así, que Kyle sale de la estación y se va mareado, porque le debió de meter la tía la lengua hasta el esófago, y cuando se da cuenta, vuelve a ser feo, pero como al principio de la película.
Y para rellenar los últimos dos minutos, Lindly sale de la estación - seguramente para volver a comerle la boca - pero como no ve al asqueroso Hunter, no se da cuenta de que Hunter es Kyle, que es el guapo. Hasta que él le dije tres palabras bonitas y ella se da cuenta.
Y así se acaba este mojón de peli. Más mala que pegarle a un padre.
Y recibe una puntuación de... 2 mierdas, porque ni más se merece.
Sin más, me despido de ti, o de vosotros, hasta la próxima mierdapeli que emitan o vea en algún lado.
¡Hasta la próxima!
